La imagen muestra a los esperantistas interpretando el baile catalán “La Sardana”.

Único como fue y sigue siendo el esperantismo, no ha dejado de interactuar como fenómeno social con otros movimientos significativos a lo largo de la historia. Lejos de ser un acontecimiento peculiar, aislado de otras influencias culturales, sociales, políticas, religiosas y económicas, el esperantismo se ha entrelazado con ellas a través de la obra de sus integrantes, que trajeron consigo sus ideales. Esta diversidad se puede apreciar desde sus inicios en diferentes partes del mundo, cuando a finales del siglo XIX el esperanto arraigó en numerosas comunidades. Hacer zoom en algunas regiones puede resaltar tendencias particulares que de alguna manera pasan desapercibidas cuando se mira el panorama general, como la fuerte conexión entre el nacionalismo y el esperantismo en la Península Ibérica entre 1887 y 1928.

Mi proyecto de doctorado, “Entre el internacionalismo y el nacionalismo: el movimiento esperantista en la Península Ibérica a principios del siglo XX”, analiza la forma en que evolucionó el esperantismo en tres naciones ibéricas –España, Cataluña y Portugal– y cómo se convirtió profundamente entrelazada con los incipientes movimientos nacionalistas de esta región. De hecho, surgieron tensiones entre los grupos cuando la naturaleza internacional, pacifista y humanista del esperanto fue desafiada por la complicada jerarquía existente entre las naciones.

Los nacionalistas interesados ​​en el idioma auxiliar pronto descubrieron su potencial para promover sus culturas e idiomas nacionales en todo el mundo de una manera que les otorgaba un control total sobre el contenido y la calidad de sus producciones sin tener que depender de idiomas nacionales extranjeros complicados. Esta nueva audiencia transnacional no solo era fácilmente accesible a través de revistas, sino que también estaba ansiosa por aprender sobre el mundo en general sin tener que mudarse de la comodidad de sus propios hogares. Era una oportunidad como ninguna otra.

Si bien estas tres naciones finalmente tenían el mismo objetivo: reivindicar sus identidades en la comunidad transnacional y obtener el reconocimiento internacional, la forma en que lo hicieron difería debido a sus respectivas circunstancias políticas. Sin salir de la Península podemos analizar cómo interactuó el esperantismo con los movimientos nacionalistas de un estado multinacional emergente (España), una nación sin estado (Cataluña) y un estado-nación (Portugal). La censura, las convulsiones políticas y los golpes de estado determinaron cómo estas naciones adaptaron la lengua auxiliar y la comunidad que surgió a su alrededor a sus necesidades y condiciones previas.

España, consciente de las crecientes tensiones entre sus regiones, optó por un esperantismo neutral en el que el nacionalismo castellano era una fuerza pasiva. Estaba presente en las constantes referencias históricas y las alusiones a una gran identidad española (que siempre privilegiaba los valores e ideales castellanos) que llenaban las páginas de sus diarios.

Como nación en lucha sin estado, que despertaba de un largo sueño, Cataluña tenía mucho que ganar con la flexibilidad que ofrecía el esperanto. El lenguaje construido abrió las puertas a una comunidad internacional a la que los nacionalistas catalanes podían acceder sin depender del gobierno central español. No obstante, todavía estaban bajo el control legal del estado, y la censura sin duda desempeñó un papel en la determinación de lo que podían imprimir. Estas limitaciones los inspiraron a centrarse en los temas menos controvertidos, como la cultura y el idioma, en un intento de diferenciarse de otras comunidades españolas.

Portugal, por otro lado, no tuvo que lidiar con ninguna de estas preocupaciones. Los nacionalistas portugueses no tenían una oposición real dentro del país y, después de su fracaso en África, ninguna otra potencia mundial los consideraba una amenaza real. Esto les dio rienda suelta para moldear el esperantismo de acuerdo con sus puntos de vista nacionalistas y políticos. De hecho, la lengua auxiliar no fue tan popular en Portugal como lo fue en España y Cataluña, por lo que las fuentes primarias son escasas. Sin embargo, los pocos disponibles muestran una clara postura nacionalista. Los esperantistas portugueses intentaron alentar el uso del esperanto como el único idioma internacional oficial para detener el avance del francés, que había tenido un efecto generalizado en su cultura e idioma nacional.

Aunque la diversidad fue de hecho una parte crucial del esperantismo, también provocó malentendidos y desacuerdos en lo que respecta a la estructuración del movimiento y cómo se usaría el lenguaje construido. Algunos, como los esperantistas españoles, pensaban que los grupos y sociedades debían organizarse según el estado al que pertenecían, con confederaciones nacionales que representaban a las regionales. Otros, como los esperantistas catalanes, consideraban que el estado era irrelevante, ya que la lengua era su única preocupación, por lo que el movimiento debía organizarse según las lenguas maternas y las regiones.

Finalmente, la posición de los esperantistas catalanes llegó a ser considerada como una amenaza para la estabilidad del estado español. Se produjeron confrontaciones, lo que puso en duda la capacidad del idioma auxiliar para navegar por el mundo mientras conservaba su postura apolítica prevista.

Mi proyecto de doctorado explora estas tensiones introduciendo primero el esperantismo ibérico y los incipientes movimientos nacionalistas de las tres naciones. A continuación, pasa a analizar cómo se incorporó el nacionalismo al esperantismo a través de revistas, libros y congresos, antes de abordar una serie de enfrentamientos que culminaron en 1928 con la dimisión del presidente de la Federación Catalana de Esperantistas y la incorporación formal de la asociación a su homóloga española.

Esta investigación ha sido posible gracias al apoyo de ESF, que me ha permitido visitar la Biblioteca Nacional de España en Madrid, así como la Biblioteca de Cataluña en Barcelona y el Archivo Petro Nuez en Sabadell.

Pilar Requejo de Lamo llegó a la Universidad de St Andrews, Escocia en 2018 para obtener un MLitt en Historia Intelectual y una licenciatura en Relaciones Internacionales de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid.

Ĉi tiu artikolo estas ankaŭ disponebla en Esperanto.

This article is also available in English.

We use cookies in order to give you the best possible experience on our website. By continuing to use this site, you agree to our use of cookies.
Accept